El pasado noviembre me vino una muestra en la Birchbox de la Mascarilla exfoliante facial 3 en 1 de Sabon. La muestra es chiquitilla,
de 10 ml, pero me ha dado para probarla bastante porque no hace falta muchísimo producto al aplicarla y me ha cundido para más de 5-6 usos.
De ella dicen que exfolia, acondiciona e hidrata la piel en un solo paso. Hecha a base
de barro natural del Mar Muerto, su fórmula contiene partículas exfoliantes naturales para retirar impurezas del rostro y está enriquecida con sales calmantes e ingredientes nutritivos para recuperar la dermis tras la exfoliación.
Es de color negro carbón, con pequeños gránulos que son los que se encargan de la exfoliación. Se aplica con el rostro en seco y un suave masaje por cada zona. La exfoliación es de baja a media, depende
de lo fuerte que des el masaje. Yo lo refuerzo siempre en la zona que tengo el poro más abierto, como son la mejilla, la nariz y la barbilla. No es necesario dejar una capa muy pesada, con una fina es más que suficiente. Se la deja reposar unos 20 minutos
(no es de las que se endurece y te deja el rostro tirante, si se evapora un poco pero sigue manchando si te tocas el rostro). Se retira con agua tibia y una toallita o esponja. Mi recomendación es hacerlo con toallita de estas de varios usos o con una de usar
y tirar, porque al usar mi esponjita me la “tiñó” un poco de negro y ya no se le ha ido.
El rostro se me queda fenomenal tras usarla. Al tener el poro de gran tamaño, cuando un producto te lo limpia bien lo notas. Sobre todo en la parte de las mejillas donde se ve la zona súper fresca y el poro (al estar limpio) de menor tamaño.
No hace gran cosa para la zona de puntos negros (nariz y barbilla)
pero ahí poco se puede hacer más allá de limpiar el poro de manera manual o con una tira.
En general deja la piel
con una sensación de limpieza y de “cara sana” y la sensación inicial incluso es de rostro más uniforme. Con respecto a la hidratación, sí te la deja suave e hidratada, pero tampoco diría que esa es su cualidad principal, sino
más bien la de purificar y limpiar. No te deja el rostro tirante en ningún momento, pero tampoco te lo deja suave y esponjoso como después de usar otras mascarillas centradas en la hidratación.
Tengo cientos y cientos de mascarillas y por eso no la compraré todavía, básicamente porque cuesta 50€ el bote de 150 ml en Birchbox y el aplicador (o la falta del mismo ya que viene en bote) no me parece lo mejor para este tipo de producto,
pero la pongo en la lista de las muy recomendables y puede que en las rebajas de la página de este verano me lance con ella.
*Información del producto sacada de la web de Birchbox
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